El cambio climático, la sobrepesca, la deforestación y la contaminación son diversas formas de degradación de los ecosistemas impulsadas por el ser humano. Irónicamente, a medida que estos ecosistemas se deterioran, su capacidad para proporcionar alimentos, absorber CO2 y regular el clima también disminuye, exacerbando la crisis climática.
En un esfuerzo por revertir esta tendencia, en diciembre de 2022 en Montreal, 196 naciones acordaron tomar medidas urgentes para detener la pérdida de biodiversidad, firmando el histórico Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF). Fundamental para el GBF es el objetivo de conservación 30×30, que exige la protección de al menos el 30% de la tierra, así como las áreas costeras y marinas para el año 2030.
Tenemos la oportunidad de aprovechar el impulso generado en los últimos años no solo por el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF), sino también por el Tratado de Alta Mar, Mangrove Breakthrough y muchas otras iniciativas internacionales centradas en la biodiversidad. Las herramientas para lograr nuestros objetivos a la escala y velocidad necesarias están a nuestra disposición, pero debemos estar dispuestos a traducirlas en acción.
Los invito a leer “Abrazando un Enfoque Integrado hacia 30×30”, que escribí en calidad de fellow del Institute of the Americas.
Lo encuentran aquí:
Embracing-an-Integrated-Approach-to-30×30-Brief-2
