Sharm el-Sheij, Egipto, 16 de noviembre de 2022. La discusión sobre la relación entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad ha tomado relevancia durante la última semana de la COP27 de cambio climático que se realiza por estos días en Egipto, tema en el que el exministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Carlos Eduardo Correa, tomó liderazgo para evidenciar estas dos grandes crisis que enfrenta la humanidad y cómo hacerle frente desde las soluciones basadas en la naturaleza.
Como parte de las jornadas de esta conferencia de las partes, el ministro fue invitado a analizar el papel de la naturaleza en la mitigación del cambio climático y el trabajo de las comunidades locales, especialmente en lo relacionado con el carbono azul, es decir, aquellos gases efecto invernadero que son capturados y almacenados por los ecosistemas oceánicos como manglares, pastos marinos y marismas.
Así mismo, Correa fue el moderador del panel de lanzamiento del Instituto Internacional de Carbono Azul de Singapur, una iniciativa de Conservación Internacional, Amazon, la Nasa y el Gobierno de ese país, que busca acelerar y escalar la implementación de este sistema en Asia.
En su paso por la COP, también fue panelista del Laboratorio de Implementación de Carbono Azul, en el cual destacó el éxito del proyecto Vida Manglar (en el Golfo de Morrosquillo), el primer proyecto de Carbono Azul del mundo verificado por Verra, en el que, de la mano de más de 600 familias de los departamentos de Córdoba y Sucre, se evitará la emisión de unas 939 mil toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera en los próximos 30 años, gracias a la conservación de 11.625 hectáreas de manglar.
Para Correa, “los bosques tropicales y mares son tesoros de biodiversidad, pero también fuente de alimentación y el hogar de innumerables comunidades locales, que también pueden ver en ellos un ingreso adicional gracias al mercado de carbono”. Agregó, además, que “la conservación y uso sostenible de ecosistemas marinos como los manglares es clave para la estabilidad del planeta pues, al tener más capacidad de absorber carbono que los bosques terrestres, son una gran Solución Basada en la Naturaleza para hacerle frente al cambio climático”.